Hoy, mientras escuchaba música en mi ventana y miraba hacia la calle, me he parado a pensar sobre como la gente entra y sale de nuestras vidas sin pedir permiso. Sin avisar. Y que, a veces cuando salen de ella, sin avisar también, nos hacen mucho daño... Pero no siempre es así. Es más, hay veces que ni siquiera nos damos cuenta de que algunas personas ya no forman parte de nuestras vidas. O por lo menos, no como antes. Y es entonces cuando empiezas a hacerte preguntas. ¿Cuándo empezó todo? ¿Cuándo dejó de importarte esa persona como para dejarla ir? Y echas la vista atrás... Y recuerdas todos los momentos vividos con esa persona. Todas las palabras, todas las conversaciones, todos los secretos, confidencias... Y por un momento te gustaría volver al pasado para poder arreglar aquella parte en la que se empezaron a torcer las cosas.
Pero entonces te das cuenta de que no hay vuelta atrás, que no tiene solución. La única posibilidad que tienes es volver a empezar de cero, pero sabes que nunca volverá a ser como antes... Nunca. E igual que nosotros hemos dejado partir a ciertas personas, otras personas han hecho lo mismo con nosotros, y ahora mismo se sienten igual o quizás no. Y si pensamos en eso, nos damos cuenta de como hemos pasado de ser los primeros a ser uno más. Y es lo que tiene la vida y no se puede hacer nada para cambiarlo. Pero sí se puede prevenir. O al menos intentarlo. Y por eso haré todo lo posible por que nunca te vayas de mi vida. Por tenerte siempre a mi lado. Por ser siempre importante para ti, y que tú lo seas para mi.
Para lograr esto, necesito tu ayuda también. Necesito que me necesites en tu día a día como yo te necesito a ti, porque sino... El paso del tiempo hará que todo cambie... Y no quiero eso. Quiero tenerte para siempre, ¿Entiendes?
Y para empezar no me despediré con un ''Te quiero'', sino con un ''Te querré''.
Pd: Te quiero.
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